La isla de Guam es un territorio ultramar en el que el trazado de su mapa de carreteras supera los 880 kilómetros de recorrido -además existen otros tantos kilómetros de carreteras privadas, muchas pertenecientes al gobierno federal de los Estados Unidos-, de los cuales casi 700 están pavimentados con una mezcla de polvo de coral, petróleos y aceites que resultan especialmente peligrosos para la conducción en los días de lluvia ya que ese aceite aflora a la superficie de la carretera convirtiéndola en resbaladiza.
A pesar de esta característica, las carreteras están en buen estado de conservación, y paulatinamente se están mejorando los pavimentos al incorporar el asfalto en esas reparaciones, algo que mejora las condiciones de circulación.
La zona norte de la isla es una meseta en la que abundan lo árboles, y por ella el sistema vial es más extenso que por el sur, debido a que la superficie en esta parte de su territorio está compuesta por picos volcánicos boscosos. De hecho, la capital, Agaña, está localizada en la parte norte de Guam, en la costa.